martes, 24 de febrero de 2009

Votos al por mayor

Un millón de dólares se tendrá que pagar el candido presidencial de ARENA, Rodrigo Ávila, por los votos que “consiga” el Alcalde de San Miguel, el señor Wil Salgado para la elecciones. A simple vista uno podría decir que esto es un monumental soborno al aire libre, frente a las cámaras, pero técnicamente no se puede decir tal cosa porque los “ingresos” son para el municipio –ya sea en forma de proyectos o en efectivo. Sin embargo, las cosas a veces valen más por lo que parecen ser que por lo que verdaderamente son.

Como dice la nota de El Faro: “El alcalde migueleño se salió con la suya: el candidato presidencial de Arena se comprometió a ejecutar una serie de obras en el municipio oriental a cambio de que el político pedecista le pesque votos. Ávila se comprometió a pagar un millón de dólares si no cumple”. En otras palabras, yo te doy algo porque quiero algo que tú me puedes dar. No hay nada malo en esto, ¿verdad?, es pura oferta y demanda.

Supongo que esto no parecería u olería a soborno si no estuviera involucrado un alcalde y un candidato a presidente del país. En realidad, ¿cuál es la diferencia si un “consultor” sin ningún cargo político recibe un millón de dólares por conseguirle votos a un candidato? De hecho, los “estrategas” de las campañas reciben un pago por su trabajo y su trabajo es desarrollar estrategias que consigan votos. Eso está bien claro. Pero en este caso del millón de dólares por los votos de oriente algo huele mal porque el señor Salgado no es “consultor” y su pago vendría de las arcas del Estado.

Las cosas no son claras. Por lo que reporta El Faro, aunque las dádivas no son para el enriquecimiento personal del Alcalde de San Miguel, no dejan de sentar un precedente peligroso para el desarrollo de campañas, alianzas y trabajo político en el país. En este caso, un municipio, claramente ha negociado recibir más dádivas del futuro presidente del país. ¿San Miguel vale más que los otros departamentos? ¿Por qué es “legítimo” que San Miguel podría beneficiarse de las arcas del Estado por un trabajo que realizó su alcalde y que no era trabajo para el Estado, sino proselitista y partidario? Continuar lectura aqui. Escrito por Omar Baños, publicado por Elfaro.net.